El estigma de la mala madre: 5 tips para vivir la maternidad sin culpa

 La maternidad tiene muchos mitos, que la maternidad de muchas es perfecta y que una es mala madre, son dos de los más comunes. Sentirse agobiada, nerviosa y presionada, con miedos infundados o no poder disfrutar de los hijos no significa ser mala madre, aunque así se sienta. Vivir la maternidad sin culpas, es posible con estos tips.

La culpa maternal es un sentimiento muy cotidiano atado a la idea que sin importar el esfuerzo que la mujer haga, nunca será lo suficientemente buena. Existe una voz interna y constante que te castiga las 24hs con “deberías estar haciendo….”, “no deberías….”, “las otras mamás hacen…”, “lo estás haciendo mal”, entre otras. Una voz que tiene su origen en falsas creencias, viejos patrones, presiones del entorno, inseguridades propias y la tóxica práctica de compararse con otras madres. Como si no fuese suficiente con la vida diaria, la culpa se incrementa frente a madres que trabajan fuera de sus casas, a lactancias que no son lo que esperaban y a partos que no son

Aunque parezca difícil, es posible maternar con menos culpa. ¿Cómo se pueden minimizar estas emociones conflictivas que afectan nuestro día a día? Para responder a esta pregunta Johanna Gambardella (directora creativa) y Victoria Pardo, (psicóloga), creadoras de @mami.taking comparten tips para liberarse de la culpa maternal y poder disfrutar este rol tan especial con una nueva forma de pensar:

1. Ignorá las opiniones no solicitadas sobre la forma en la que maternás y sobre tus hijos. Hacer oídos sordos es la parte más difícil, pero partiendo de la base de que hagas lo que hagas siempre estará mal para alguien, es la oportunidad para relajarse un poco y dejarse llevar. Al fin y al cabo la única opinión que deberías escuchar es la tuya.

2. Sabé que lo que se consume en redes sociales es un recorte de la realidad. No pretender ser una modelo. No todo lo que brilla es oro. Tener en cuenta que, aunque no parezca, todas atraviesan momentos difíciles siendo madres. Recordar que por cada cosa perfecta que se ve en las redes, hay mil cosas imperfectas que no muestran.

3. Permitite ser imperfecta en algunas cosas. Porque equivocarse también lo hace divertido! Como en todo aprendizaje, la prueba y el error nos hacen cada día mejores. Los humanos se equivocan y las madres, somos muy humanas.

4. Dejá de compararte con el resto. Esto solo va a llevar a pasarla mal y ponerse presión innecesaria. La mayoría de las veces que nos comparamos con otras personas, lo hacemos de forma injusta porque no nos medimos con la misma vara. Si bien puede que tu maternidad tenga puntos flojos, seguramente tenga muchos fuertes que no estás tomando a tu favor en la comparación. Todas las maternidades son diferentes y nuestros hijos también lo son.

5. Tomarte espacios para vos, te hace mejor mamá. Así como en una emergencia de avión primero se pone la máscara de oxígeno el adulto y luego el niño, lo mismo pasa con el amor propio cuando se es madre. Resguardar tiempo para recuperarse y respirar del caos del día a día por un ratito, nos ayuda a recuperar energías y conectarnos con espacios que nos hacen bien para luego estar mejor predispuestas con las exigencias de la crianza. Por otro lado, si tenemos tiempo a solas para nosotras, es una forma de mostrarle a nuestros hijos lo mucho que nos amamos y vamos a querer que de grandes de amen como nosotras lo hacemos. Priorizarte a vos por momentos, no debería darnos culpa. Por más que muchas veces nos cueste, pero priorizar pequeños espacios para una misma, no es egoísmo sino es pensar en una mamá feliz.

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